La importancia de la limpieza de la piel es indudable. La acción de la limpieza es eliminar la suciedad, las impurezas, el exceso de grasa y las bacterias, mientras que al desmaquillar solo retiramos el makeup.
La suciedad, el sudor y la grasa retenidas disminuyen aún más la luminosidad y hacen que la tez esté apagada. Las partículas contaminantes y las toxinas aumentan la producción de radicales libres, produciendo oxidación y daño celular, lo que se traduce en envejecimiento acelerando manchas y arrugas.
Los beneficios de una óptima eliminación de las impurezas son muchos:
- Reduce la microinflamación.
- Minimiza las dolencias cutáneas.
- Mejora la microcirculación. Al retirar la suciedad, masajeamos la piel y ese gesto ayuda a optimizar la microcirculación, lo que favorece la oxigenación celular.
El estrés, el sol o la contaminación provocan una reacción crónica generada por radicales libres y toxinas. Con los cleansers ayudamos a eliminarlas.
Eliminar las impurezas tanto por la mañana (acaba con los restos de los tratamientos nocturnos, el sudor, las toxinas…) como por la noche (fulmina toda la suciedad que se acumula en el cutis durante la jornada) reducen la posibilidad de padecer enfermedades como el acné o la rosácea, ya que se encargan de acabar con la obstrucción de los poros y la inflamación del folículo.
Casi la mitad de las personas tienen dudas a la hora de elegir una fórmula de limpieza facial. En nuestro centro te ayudamos a encontrar la mejor manera de hacerlo.
En otro post hablamos del limpiador SEAWATER CLEANISING GEL, un aliado perfecto para todo tipo de pieles:
https://www.esteticachi.com/los-secretos-del-agua-del-mar-para-la-limpieza-facial_fb46238.html
Una piel limpia es el origen de un cutis sano. (Taylor Hernández para Unsplash)