Una pedicura completa no es solamente limar, cortar y preparar las uñas, además de pintarlas, sino también un tratamiento completo del pie. En ese aspecto la esteticista debería realizar un análisis de los posibles problemas que este presente (pequeñas durezas, ampollas, ampollas secas etc) y paliarlos en gran medida.
Esto se suele realizar sumergiendo los pies en agua o bien ablandándolos con productos a base de urea. Se retiran todos estos pequeños problemas podales, se suaviza la zona, se puede realizar un peeling, y después se aplica una hidratante con un suave masaje que puede incluir algo de shiatsu o reflexología. Esto es lo que debería ser una pedicura completa.